El 24 de diciembre es el día más esperado. Toda la familia se reúne para disfrutar de una cena abundante: pernil, ensalada rusa, moro de guandules, y pasteles en hoja. Es el momento perfecto para compartir y dar gracias.
En RD, los aguinaldos no son solo regalos; son fiestas ambulantes. Grupos de amigos van de casa en casa cantando villancicos al ritmo de tambora, güira y maracas. ¡La música y la alegría nunca faltan!
Este juego es un clásico de las Navidades dominicanas. Se intercambian pequeños regalos entre amigos o compañeros de trabajo, dejando pistas sobre quién es tu “angelito”. ¡El gran regalo final siempre es una sorpresa!
En Navidad, las casas dominicanas se llenan de luces, flores de Pascua, nacimientos y arbolitos decorados con esmero. Las calles también brillan con adornos y luces que crean un ambiente mágico.
Desde merengues navideños hasta villancicos dominicanos, la música es el alma de nuestra Navidad. No hay fiesta sin canciones como “A las Arandelas” o “El Pavo y el Burro”.
Durante las fiestas, es común llevar un plato de comida a los vecinos o recibirlos en casa. Es una forma de compartir el espíritu navideño y fortalecer la comunidad.
En la última noche del año, hacemos un repaso de lo vivido y nos preparamos para el futuro. Además, no pueden faltar las tradiciones como dar una vuelta con la maleta para atraer viajes o comer 12 uvas para la buena suerte.
Estas tradiciones llenan de calor y alegría cada rincón del país. Porque para nosotros, la Navidad no es solo una fecha, ¡es un sentimiento que compartimos con los que amamos!
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